Diferencia salarial entre géneros

 

A pesar de formar parte de América Latina, Guatemala es uno de los pocos países de la región que marca una excepción a esta situación perjudicial para las mujeres. Esto se debe a que el país se rige mediante leyes equitativas que velan por el bienestar de ambos géneros en la sociedad y que erradican tales concepciones y formas de pensamiento negativas. Significa que los empleadores guatemaltecos son más conscientes y no establecen ninguna diferenciación salarial de género. De esta manera, es indispensable resaltar la importancia de que cada país se preocupe por buscar igualdad de oportunidades para crea un ambiente de paz, convivencia y justicia social.

 

Gracias a un estudio realizado por el Banco Internacional de Desarrollo (BID), se descubrió que la diferencia de salarios en función del género aún predomina en Latinoamérica, a pesar de la aplicación de políticas creadas con el único fin de reducir las desigualdades sociales y a pesar también del crecimiento económico que pueda experimentarse. Fue gracias a este estudio que también se descubrió que Guatemala ocupa el segundo lugar en la posición de países más equitativos en cuanto a las condiciones laborales basadas en género, precedido por Bolivia. 

 

Bajo la lógica de este tipo de logros alcanzados por algunas naciones, resulta necesario que cada vez se sumen más países latinoamericanos a la adopción de reglamentos y leyes que influyan al mejor y más óptimo desarrollo de las sociedades, con el objetivo de garantizar la valoración de su trabajo y el bienestar a cada ciudadano. Pues, hasta hoy, se estima que en la mayoría de países de la región los hombres ganan de entre 10 a 17 por ciento más que las mujeres (mientras que en Guatemala tal porcentaje es del 0.3 por ciento). Esto afecta negativamente el trabajo realizado por el sector femenino latinoamericano. 

 

 

•Discriminación del sector femenino en el plano laboral.

•Rechazo y devaluación a los servicios y tareas de las mujeres.

•Daños y perjuicios a las empleadas.

•Generación de otros antivalores.

•Brechas de igualdad y equidad.

•Falta de oportunidades.

•Desmotivaciones laborales.

•Falta de productividad femenina. 

•Explotación  y condiciones laborales inadecuadas.

•Injusticias sociales.

•Violencia social.

 

Es fundamental que cada país haga conciencia de que la diferenciación salarial de género es un patrón que se convierte en fuente de negatividad para la convivencia y armonía social. Asimismo, se debe analizar las consecuencias que trae el regir de esta forma la sociedad para comprender la necesidad de su disminución. Solamente de esta manera se conseguirá reducir las brechas sociales, la violencia y la falta de oportunidades que perjudican a la población.