Generalmente, un empleo representa fuente de bienestar. Su significado engloba muchas ideas positivas para las sociedades: estabilidad, autorrealización, utilidad, responsabilidad, ingreso y seguridad económica. Sin embargo, existen otras aristas que no traen consigo beneficios. Por el contrario, son causas de aspectos negativos para las vidas de los trabajadores y desembocan en situaciones de fatiga, desequilibrio físico o mental, desesperación, frustración; éstas dan como resultado la más importante: el estrés laboral. Este último se convierte en un obstáculo para el desarrollo de funciones que un empleado debe cumplir, a la vez que, más gravemente, perjudica la salud de quien lo padece.
El estrés laboral es un estado del cuerpo y la mente humana consistente en desequilibrios del organismo, como una respuesta ante diversos estímulos de presión y tensión en el trabajo. Cuando un empleado experimenta tareas demasiado pesadas o períodos laborales excesivos está aún más propenso a padecer este mal, pues su mente y cuerpo laboran el doble, y está consciente de la cantidad de deberes que tiene que cumplir. A parte de las cargas abundantes de actividades, otras de las causas que lo generan son: la exposición ante un ambiente laboral físico inadecuado, entendiendo este como un espacio con ruido, con poca o demasiada iluminación, temperaturas altas, presencia de contaminación, e incluso con abundancia de peso (refiriéndose a la obligación de cargar objetos sobre el cuerpo para realizar el trabajo), entre otras. Estas condiciones tienden a fatigar con mayor rapidez el organismo y, así, hacen aparecer el estrés laboral. Una más de las causas que lo provocan son las vinculadas con las relaciones interpersonales en el lugar de trabajo. Si hay tensiones en las interacciones sociales de miembros de una misma institución como jefes y empleados o entre compañeros, las situaciones se infestan de incomodidad y se vuelve más difícil el desempeño productivo.
Si algunos de estos motivos del estrés en los trabajadores, u otros que pudiesen surgir, se cumplen, entran en escena algunos de sus síntomas más generales y comunes, los cuales se dividen en físicos y psicológicos. Dentro del primer grupo, se reconocen efectos como sudoración continua, tensiones musculares, dolor de cabeza, aumento de colesterol, taquicardias, dificultad para respirar, tartamudeo, temblores en extremidades, agotamiento físico, etcétera. Para el segundo, se experimentan actitudes o sensaciones de inseguridad, de miedos (sobre todo a lo nuevo y al no tener capacidades necesarias para desempeñar roles asignados), de confusión, pérdida de control, dificultad para tomar decisiones, ansiedad, nerviosismo, falta de concentración, mal humor, entre otros. Si alguno de estos síntomas comienza a notarse, es necesario atenderse antes de que las consecuencias sean graves y desemboquen en enfermedades como úlcera, estado de shock, dispepsia o gastritis.
Muchas veces resulta difícil creer que superar el estrés laboral es posible para trabajadores como los guatemaltecos, ya que como habitantes de un país latinoamericano, en algunos casos poseen más de un empleo para alcanzar un mejor ingreso económico en el hogar. Para casos como estos, o de índole diversa, se recomienda hacer lo necesario para evadir el padecimiento de estrés. De presentar síntomas, es recomendable buscar ayuda profesional para conocer qué nivel de estrés se posee y, así, ejecutar las recomendaciones y tomar medicamentos asignados, según el caso. Otras opciones más sencillas y rentables son las relacionadas con las distracciones mentales y el relajamiento físico que ayudarían a calmar el desequilibrio y evitar un colapso de salud. Para ello se aconseja hacer un viaje, aunque fuese corto, (de acuerdo a posibilidades) para vivir experiencias reconfortables y que despejen la mente de presiones laborales, económicas y hasta familiares, y que hagan reposar al cuerpo. Acá es imprescindible mencionar que Guatemala es un país con muchos lugares turísticos que ofrecen vivencias inolvidables, dentro del país se puede encontrar parte de la solución al estrés.
Por otro lado, es factible la realización de ejercicio cotidianamente, como salir a caminar o trotar por las mañanas, tomar clases de baile, ir, por lo menos, una hora al gimnasio, hacer aeróbicos. Esto considerando que está comprobado que el ejercicio es fuente de salud, distracción y de ayuda para la mente; a la vez que genera buena condición física y ésta logra contrarrestar cualquier riesgo de enfermedad.
Un consejo que, sin duda, podría ser la vía más eficaz para vencer el estrés laboral es la buena distribución del tiempo, para evitar que el trabajo afecte o se apodere del tiempo que pertenece a otras áreas como las emocionales y familiares. La elaboración de un cronograma de actividades diarias o agenda es fundamental, pues ayuda a programar las voluntades y a controlar el tiempo. Esto podría funcionar para no desaprovechar los espacios destinados al trabajo y sería cuestión de días el tomar un ritmo de buena distribución. Sin embargo, debe tenerse cuidado para evitar caer en la rutina, ya que ésta es también una de las principales causantes de estrés. Finalmente, se debe luchar para no padecer adicción al trabajo, pues también ese camino conduce al estrés laboral.
Actualmente, en Guatemala los profesionales que más deben cuidarse de las consecuencias del estrés son aquellos cuyos trabajos se vinculan con directivas o jefaturas en las empresas, pues sus tareas comprenden la supervisión del trabajo de numerosas cantidades de contratados. Otros cargos con efectos de estrés son los relacionados con las nuevas tecnologías, como programadores, telecomunicadores y técnicos; esto debido a que están en constante aprendizaje del uso de nuevos programas y la cantidad de información que manejan es amplia. Todos los trabajos producen estrés, pero depende de cada quien luchar por no caer en tal obstáculo laboral y personal.
Autor: Tecoloco Guatemala
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